Las reflexiones sobre temas humanos, sociales,
filosóficos y teológicos del Dr. Roberto Maass Escoto
El Dr. Roberto Maass pionero de la medicina
nuclear en México, fue en vida persona inquieta, muy cuestionador en toda clase de temas.
Defendía sus convicciones y razones con amplitud buscando la verdad más allá de
lo que usualmente se pensara o dijera. No le gustaban en modo alguno todos esos
términos difusos, confusos y profusos, llenos de emotividad que en muchos
libros, artículos de internet suelen poner los filósofos, teólogos y humanistas
ampulosamente. Detestaba las definiciones imprecisas, ambiguas formuladas de
manera abstracta que llevaban a los autores a sacar conclusiones apresuradas de
dudosa calidad intelectual.
Escritor prolijo, más que con pluma con su
computadora, la cual usaba con destreza teniendo ya más de ochenta años. El
correo electrónico lo usó ampliamente para comunicarse y defender sus puntos de vista con mucha
convicción, con sus amigos, familiares,
colegas, sacerdotes y personas de páginas de la web que le parecieran
cuestionables.
Los temas de reflexión en torno a la familia
eran los de sus preferencia, mostrando especial interés sobre el aspecto de una
vida que se comparte, donde aprender a comunicarse a entender el lenguaje no
verbal representa un elemento importante. Hablar del matrimonio como un
contrato legal le resultaba un tanto cuestionable, porque el amor en la familia
no puede reducirse a unos derechos y obligaciones. Entenderlo así representa,
según sus consideraciones, fuente de muchos males y totalmente opuesto al amor.
Es la individualidad de la persona algo que el derecho no puede abarcar de
manera adecuada. La justicia de la que habla la ley no puede compararse con la relación generosa
del amor en donde la persona cuenta una a una, en contraste con la manera
indefinida, vaga que lo hace una ley que se aplica homogéneamente dejando las
condiciones del individuo en la oscuridad.
Otro de los temas que desarrolló con gran
interés es el de los Valores que en la actualidad la Filosofía en su rama de la
Axiología nos presenta con gran amplitud pero con gran ambigüedad de
interpretaciones. Tanto así que dándose a la tarea de buscar listas de valores
en diversos portales, se encontró que de 112 conceptos tomados como valores tan
sólo nueve coincidían en las cuatro listas presentadas en las páginas
consultadas. El aspecto de satisfacción
para el sujeto fue lo que encontró como elemento que tipificaba a los
diferentes llamados valores, inclinándose más por una interpretación
subjetivista de éstos que hablar de cualquier sustento físico para los valores.
Le preocupó
mucho la disparidad de puntos de vista entre la ciencia y la religión;
el ateísmo cerrado que encontró en científicos y algunos colegas, pero también los puntos de vista de sacerdotes con mentalidad anacrónica cerrados a la
ciencia. Religioso como era, consideraba que
la existencia de la sexualidad en la correspondencia física fisiológica
entre el hombre y una mujer representaba racionalmente una prueba
incontrovertible de una Inteligencia Superior,
cuya existencia el azahar no puede
explicar de ninguna manera. Así como no podemos entender la perfecta
correspondencia entre un tornillo y una tuerca surjan del azahar no podemos
encontrar la simple casualidad explique la sexualidad humana sin intervención
de alguien que lo haya planeado. Sin embargo para su sorpresa este tema del
sistema reproductivo humano consideraba que muchos religiosos dentro y fuera
del clero no lo tenían como adecuado
tratarlo, por pensar que era sucio o indebido, siendo a su entender, una de las mayores
maravillas de la creación.
El ser humano como imagen de Dios, decía,
comparte con Él su capacidad de creación.
Inventor nato, siempre busco soluciones creativas en su ámbito
profesional pero también llevó su creatividad e inventiva a su entorno. Aficionado
a lo electrónico no le faltaron oportunidades de crear un sistema de controlar
automáticamente el riego del jardín o poner un timbre especial que destacara el
sonido del timbre de la calle, pero también desarrollo su ingenio a todos los
ámbitos de su entorno, hasta el final de su vida con pequeños artilugios para, ordenar sus
archivos, ahorrar agua e incluso últimas
fechas uno que le servía para evitar que
se le cayeran los calcetines, usando una especie de resorte dispuesto con imaginación.
Otro tema de orden psicológico filosófico en el que reflexionó ampliamente es el de la
conciencia psicológica y moral como una inflexión del espíritu fundamental del hombre que le diferencia de los
animales, de manera un tanto asombrosa. También en el campo de la epistemología
se interesó mucho por la abstracción y los conceptos universales, porque eso de
lo abstracto y universal le resultaba muy sospechoso. Siendo de nacimiento
cubano, sufrió en carne propia el que su familia tuviera que huir de Cuba
siendo el muy chiquillo, para nunca
volver. Todo por culpa de un gobierno
socialista, que busca borrar la individualidad de cada persona, tema que le
causó aversión a todo concepto abstracto,
incluso en el tema de la Ciencia y la
Filosofía. Así en sus reflexiones sobre el conocimiento consideraba que lo
abstracto y universal representaba una manera empobrecida de lo conocido, deficiente
de la información que nos puede dar cada cosa conocida. Para explicar el
conocimiento se encontró con la Teoría de la Información la cual decía que en
el siglo XX representaba uno de los adelantos en la Teoría del Conocimiento más
significativos desde época de la Antigua Grecia.
El tema del bien común y la situación de la
pobreza como un problema personal fue asunto que debatía con acaloramiento, por
la problemática difusa que representa para los especialistas en doctrina social
su definición y la manera concreta en que incide en las personas el bien o la
pobreza. Los políticos empeñados en arreglar las cosas con leyes representaban
para él un error por cuanto quedaban muy cortos en cuanto la posibilidad de
resolver la situación de cada prójimo. Apoyó en su inquietud, todas las causas humanas, y sociales que le
parecieron dignas de ser tomadas en cuenta y hasta sus últimos días buscó
participar en política o donde pudiera aportar algo.
Aunque escribió mucho, publico pocos artículos
fuera del ámbito médico y científico, sobre todo por su afán de
perfeccionismo. Hacía versiones
distintas de lo que reflexionaba y las ponía a la consideración de su esposa,
sus hijos y amigos corrigiéndolas, vez tras vez, teniendo nueve, diez o más versiones
del mismo tópico. Entre lo que sí publicó, tiene una semblanza sobre el investigador de la pedagogía Pablo Latapí al
corto tiempo de fallecer éste y con quien llevó una entrañable amistad. También
tiene otro sobre su encuentro con los escritos de Gilber Chesterton, escritor
inglés, que era uno de sus favoritos.
Solía contar que en las madrugadas es cuando le venían de
repente, muchas de sus ideas de las que escribió. Teniendo textos sobre
variedad de temas no médicos suficientes
para cuando menos dos libros sobre tópicos diversos como: la persona, la
conciencia, la abstracción, la familia, la comunicación, la existencia de Dios,
la información, los valores, la creatividad, el prójimo, la ley y el amor, la
libertad, entre muchos otros. Escritos algunos breves y otros extensos, teniendo
incuso una recopilación de ideas interesantes que quería desarrollar algún día… Conocedor de la ciencia en general, la
biología, la medicina, la física, religión y variedad de ámbitos de la cultura,
por no hablar de la cantidad de experiencias de viajes y congresos internacionales
a los que asistió fue una persona que
hasta sus últimos días se preocupó más
allá de la medicina, por toda clase de ámbitos
humanos, religiosos, políticos, sociales y a últimas fechas por las
anécdotas de su historia personal
familiar. Patriarca de más de 50, entre hijos y nietos, no dudaba en platicar con aquellos que le
parecía necesitados de consejo, sobre su familia, sobre el noviazgo, sobre los
regalos, entre otros y plantearles aquello que su experiencia y sabiduría en sus más de ochenta años le autorizaban
decir. Reflexivo y cuestionador representa un ejemplo de un pionero en la
medicina nuclear pero también una persona con amplitud de horizontes
geográficos, intelectuales, políticos, teológicos, filosóficos y humanos en general. Aunque no siempre fuera
fácil de convencer o discutir con él.
Eric Belmont Moreno
Su sobrino “filósofo” que en multitud de tardes visitó
para platicar y escucharlo.
México, D. F. a 1° de noviembre de 2011