sábado, 28 de abril de 2012

La persona humana (parte 1)


 Roberto Maass Escoto

NOCIONES FUNDAMENTALES SOBRE EL TEMA

1.          Ante todo, podemos afirmar que el ser humano, como cualquier otro ser vivo es, en la realidad, un “individuo”. Ser Individuo significa que es indivisible, que si se lo divide perderá la esencia de su ser. En su realidad todas sus partes contribuyen, poco o mucho al cumplimiento de una función. Si su cuerpo se dividiera, dejaría de constituir un ser vivo íntegro, porque, en su naturaleza, constituye un todo funcional. Y asimismo lo son cada planta y cada animal en particular. Son individuos e indivisibles.
 
2.          La individualidad de cada ser vivo es el resultado y constituye la medida de su grado de complejidad estructural. Esto quiere decir que está formado por un gran número de partes, todas distinguibles y todas diferentes e indispensables, siendo cada una de esas partes “coherente” con las que la rodean y en su conjunto forman un todo funcional. Cada parte posee un lugar propio y contribuye de una manera inequívoca a la función de todo el conjunto. La ausencia de una sola de ellas parte alteraría o suspendería la función del total, por lo que se dice de ellas que son interdependientes, que su funcionalidad depende de que las demás del conjunto funcionen satisfactoriamente.. Por eso puede afirmarse que cada ser vivo constituye en su integridad una estructura “coherente”. La “coherencia” resulta de que el diseño la forma de cada una de su partes exhibe una forma y está colocada en un lugar particular y ya definido de antemano, desde donde cumple una función. Cada hoja de un árbol, cada una de sus raíces contribuyen a mantenerlo vivo. Cuando una estructura se identifica como un sistema “coherente”, con esta palabra se está implicando que el diseño y posición de cada una de sus partes tiene que mantenerse en su forma y su función y que el todo no podría funcionar , y que su ausencia contribuiría, a veces casi imperceptiblemente el cese funcional del conjunto, lo cual demuestra la total dependencia entre cada una y las que la rodean, de modo que si  una no cumple la función que le corresponde, la función de ese ser vivo se vería alterada en cierta medida. Así, cuando cada ser vivo, cuando llega a su madurez, funciona como un “sistema autosustentable” o sea que puede por si mismo alimentarse, crecer, multiplicarse y moverse en el medio en el que se encuentre. Sin embargo, debe también entenderse que, pese a poseer todas estas cualidades, sus funciones tienen un límite. Si se le dividiera, al dejar de ejercer algunas de éstas funciones, perderá su calidad de “sistema auto-sustentable”. y dejará de vivir.
        Sabemos también que cualquier ser humano, a diferencia de otros seres vivos,  puede analizar y entender éstas, sus propias limitaciones y dominarlas,  superándose a largo del tiempo. Esto le ha permitido históricamente prolongar su existencia, controlar sus enfermedades y extenderse, como especie, en su “habitat”. Sin que, por ello deje de ser semejante a los demás en compartir con ellos el hecho de que “viven”, es decir, que “tienen vida”.