lunes, 8 de julio de 2013

Carta de Alicia.


Recordando al Abuelo a un año de su muerte

(Alicia Maass S.)

Me acuerdo aquella vez cuando iba en quinto de primaria, que en la escuela estábamos haciendo experimentos de ciencia. Yo tenía un libro de muchos experimentos, algunos de ellos fáciles y otros difíciles. Quería hacer uno no tan fácil, pero no sabía cómo. Entonces cuando escogí el que iba a hacer, se me ocurrió la idea de pedirle al Abuelo que me ayudara, ya que sabía que él era muy bueno para todo lo mecánico. Un sábado que he Abuelo podía ayudarme, fui a su casa y me Nevó al taller. Ya había entrado al taller antes, pero por alguna razón me sorprendí mucho esa vez. Me acuerdo que me empezó a enseñar todas las herramientas y aparatos que tenía y yo estaba muy asombrada de cuántas cosas había. Tenía herramientas para todo lo que me podía imaginar. Mientras que me ayudaba a hacer mi experimento, me enseñaba y explicaba para que sirviera cada aparato que iba utilizando, la soldadora, la sierra, etc. Cuando terminamos, no podía estar más feliz. El experimento había quedado idéntico al del libro.

También, cuando era chiquita, en una boda me habían dado una corona de metal. Me encantaba esa corona porque como tenía "diamantes" que obviamente no eran de verdad, yo creía que sí lo eran. Un día se me rompió y yo estaba muy triste, pero mi papá me dijo que probablemente el abuelo me la podía arreglar. Y efectivamente, se la di un domingo y al próximo domingo que fui, ya la había soldado y quedo como nueva